Bocaditos, profiteroles, petit-choux (o, más popular, petisús), ¿cómo llamas tú a estas pequeñas delicias que se preparan con pasta choux? En cualquier caso, independientemente del nombre, seguro que ahora mismo le darías un mordisco ;)
La pasta choux es una masa de origen francés muy ligera, ya que, al hornearla, crece bastante y su interior queda hueco, dejando sitio para rellenar. Además de estos bocaditos redondos, con esta masa se hacen éclairs, lionesas, palos, relámpagos, chouquettes, coronas (la tarta París Brest es una pasada), pero también preparaciones saladas como los gougères.
Los bocaditos pueden ir rellenos de nata montada o crema pastelera en su versión tradicional, pero también de ganache de chocolate, de crema de queso, o, como hoy, de dulce de leche, pero del de verdad. En concreto, he usado el de la marca Mardel, hecho al estilo tradicional argentino, que venía en mi caja Degustabox (si te quieres suscribir con descuento, usa el código T02ZV). Pincha para ver el contenido de la última caja.
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